En busca de la dignidad del futbol femenil en México
El futbol femenil no da para vivir en México. A pesar de ello, mujeres mexicanas intentan cada año participar de manera profesional en un ambiente hostil, machista y sectario. La desigualdad salarial entre hombres y mujeres que juegan profesionalmente este deporte es abrumadora. Contra ella es que están empezando a organizarse. “Simplemente queremos que sea algo justo, digno”.
Por Adriana Armendáriz
Cuatro años han pasado desde que el 28 de julio de 2017 el equipo de futbol femenil del Pachuca recibió en su cancha a las Pumas de la UNAM. Fue el primer partido de la liga profesional de futbol jugada por mujeres mexicanas de entre 17 y 23 años.
“Es un gran paso que da el futbol mexicano y que damos como sociedad”, presumió Enrique Bonilla, el entonces presidente de la Liga MX, la del futbol profesional de hombres. “Es algo que nos llena de orgullo. Es un honor”.
No mencionó en ese entonces que el orgullo no alcanzaba para proporcionar a las profesionales del futbol un salario que, en comparación con los ingresos que obtienen los hombres, fuera tal.
Los medios de comunicación reportaron en ese entonces que el salario promedio mensual sería de 2 mil 500 pesos (unos 125 dólares al mes).
Cuatro años y muchos torneos después en que las futbolistas han demostrado atraer a los espectadores por igual y llenar estadios, los salarios no han cambiado mucho.
No si le hacemos caso a Daniela Pulido, exjugadora del equipo femenil de las Chivas del Guadalajara, quien en diciembre de 2020 abordó la situación en un video subido a sus redes sociales. “El sueldo es un tema crítico. Yo empecé ganando 2 mil 500 pesos en Chivas. Tenía que recurrir al medio de transporte, de irme en camión, tenía llegar a mis clases, ser responsable, no faltar a los entrenamientos. Hoy en día gano 4 mil pesos”, reveló hace medio año.
Aunque los directivos y propietarios de los equipos han argumentado que el futbol femenil aún no atrae a patrocinadores, lo cierto es que dinero sí hay.
La Liga Mx de futbol tiene un valor total en el mercado de 894.2 millones de dólares y es el negocio deportivo más rentable en México, según el sitio Transfermarkt.
Y, de hecho, la contribución que este torneo hace a la economía del país representa el 0.6% del PIB, según declaró Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, a principios de 2021.
Pero a pesar del exorbitante flujo de dinero que se mueve en el futbol mexicano, la rama femenil está muy lejos de contar con igualdad de condiciones en la misma disciplina a nivel profesional.
Florian Thauvin, la más reciente contratación de los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León, y el jugador más caro de la liga mexicana, ganará 5.3 millones de dólares anuales.
Mensualmente el jugador francés obtendrá unos 8 millones de pesos, que contrastan con los 4 mil pesos mensuales que una jugadora mexicana gana en promedio.
En México, del futbol femenil no se vive
Ana Paola López, jugadora del Pachuca, dice que el futbol le dio un trabajo que no pensó que tendría en México. Aunque sabe que las condiciones no son las idóneas.
“El futbol no te da para vivir, tienes que optar por tener más empleos, que no es lo más sano porque estás partiéndote en el día. Al final no puedes lograr el nivel de profesionalismo”, explica la jugadora de 27 años.
Coincide con ella Daniela Pulido, quien piensa que es imposible dedicarse sólo al futbol profesional si no tienes apoyos. “Muchas compañeras de otros equipos pasan lo mismo, tienen que pagar renta porque son foráneas. No podemos vivir de ese sueldo porque, ojo, yo ganaba cuatro mil pesos al mes, pero había compañeras que ganaban menos que eso”.
Deserción por bajos sueldos
Un caso de abandono deportivo por las condicionantes salariales es el de Andrea Tovar Tames, exjugadora del Club Santos Laguna, quien debutó profesionalmente en 2017 y a quien seis meses después el club decidió no darle continuidad como parte del plantel.
Durante su contrato con Santos percibió 3 mil pesos mensuales. “A mí no me pesaba ese salario porque yo estudiaba, vivía con mis papás. Lo que ganaba en Santos era para lo que yo quisiera. Pero quienes sí se las vieron difíciles fueron las foráneas, con ese sueldo tenían que mantenerse”, cuenta Andrea a InquireFirste.
Una vez concluido su acuerdo con el club, Andrea decidió abandonar su carrera futbolística al valorar las complicaciones que tendría al mudarse a otra ciudad.
“En mi caso, tengo bien claro que primero son los estudios, y viendo el salario que pagaban, no me convenía irme de aquí (Torreón). Preferí seguir con mis estudios”, explica Andrea, quien actualmente es licenciada en Administración de Empresas.
Hay que tomarlas en serio
Para el arranque de la Liga Mx Femenil se acordó que cada club de primera división debía contar con un equipo de 21 jugadoras, que el plantel sería categoría sub 23, además de enlistar a cuatro futbolistas menores de 18 años y dos de categoría libre.
Al respecto, Javier Gómez, director deportivo de Saltillo Fútbol Club, equipo que compite en la Liga Premier Serie A de México, dice que algunos clubes, ante la obligación de armar un equipo femenil, han mostrado un interés real.
Pero no ocurre así con todos. “Lo ven como una imposición de la liga y no como algo que les retribuya porque no lo ven con la seriedad debida”, explica Javier Gómez.
Persiguen lo justo y lo digno
Si bien desde que arrancó la Liga Mx hasta ahora, ha habido una mejora paulatina en cuanto a las transmisiones televisivas, en logística interna de los clubes y pequeños aumentos salariales, aún queda mucho por hacer.
“Es entendible y es normal. Cualquier negocio nuevo no puede empezar siendo lucrativo. Pero el que lo entienda no quiere decir que lo justifique o lo valide. Creo que de forma general no es sano para el mundo que el futbol mueva tanto dinero”, opina Ana Paola López.
Ana Paola aseguró que muchas jugadoras están buscando que el futbol profesional sea bien pagado y que el sueldo promedio sólo retribuya lo que ellas aportan. “Simplemente queremos que sea algo justo, digno”.
Ante una situación con la que han vivido desde el arranque de la creación de la Liga MX Femenil, en marzo de 2020 un grupo de jugadoras emitió un manifiesto en el que exponen cinco puntos principales que muestran la injustificable brecha entre hombres y mujeres, entre ellos el tema salarial, la desigualdad laboral y el ser reconocidas como personas.
La publicación del manifiesto coincidió con la pandemia de la covid-19, lo que a su vez complicó el seguimiento puntual de las peticiones. “La pandemia nos afectó. Estamos en stand by (pausa). Pero lo que sí se logró fue una acción colectiva de jugadoras, no lo habíamos hecho nunca”.
Para ella, existe un elemento positivo. “En general, las chavas de la liga entienden el camino que hay que recorrer. Queremos una liga que no sea efímera, que perdure. Continuar una liga para las que vienen, pero que sea en un mejor entorno”, apuntó la jugadora del Pachuca.
Desigualdad desde la infancia
Una de esas jóvenes que sueña con trascender en el futbol femenil a nivel mundial es la saltillense Luciana Rodríguez Hernández, quien ha jugado desde los 11 años, y hoy con 18 años, es consciente de los retos a los que puede enfrentarse en el futbol femenil profesional.
“A pesar de toda la adversidad que existe (falta de seguimiento y bajos sueldos), si logras destacar, puedes emigrar a Estados Unidos o a Europa, o competir por un lugar para selección nacional. Puedes buscar una beca, lo cual es un plus”, explica Luciana.
Actual jugadora de Aztecas de Torreón y Millenials de Saltillo, opina que la verdadera inclusión en el futbol aún puede tardar años.
Juan Rodríguez Camacho, padre de Luciana, alienta el esfuerzo de su hija por seguir en el fútbol profesional y cree que los directivos deberían asumir una realidad que no desean ver: “El futbol femenil también es negocio. Si se va a hablar de dinero, que inviertan. Sí van a recuperar la inversión”.
Iván de Jesús García, entrenador del equipo de futbol femenil Lobas de la Universidad Autónoma de Coahuila, piensa que la preparación deportiva desde la infancia es clave para sobrellevar éstas y otras condiciones.
“Hay que empezar a crear una categoría infantil de niñas. Eso es muy importante para darles confianza”, dice el entrenador. Ante la falta de futbol infantil para niñas, se produce un fenómeno: “Ya no ves sólo a una niña jugando en equipos de hombres, ya ves hasta cuatro”.
Mujeres pagarían por grito homofóbico
Luego de que la FIFA impuso a la Federación Mexicana de Futbol (FMF) un castigo de dos partidos de veto en público debido a la reiterada conducta del público que asiste a los partidos de gritar expresiones homofóbicas, los dirigentes encontrar on la manera de salir de la situación: que la selección femenil también sea sancionada.
Ana Paola López está en contra: “Se me hace triste que la sanción recaiga en ellas. En la femenil no ocurre eso, no es como que estés portereando y te digan “puta”. La selección femenil no lo merece”, considera la jugadora del Pachuca.
“Visto como negocio se entiende, pero que se entienda no quiere decir que se justifique o se valide. Entiendo la dinámica del negocio, pero como mujer y estando de este lado, no es como que te encante”, concluye Ana Paola López.